Lo saben los vendedores de fascículos y lo sabemos todos los que nos dedicamos a la enseñanza o motivación: Llega septiembre y todos tenemos la perspectiva y energía necesarias para ilusionarnos y emprender algún proyecto personal.
Este mágico mes puedes convertirte en Dj, bailar claqué o ser panadero. Y este año incluso puedes construir (por fin) una maqueta del Delorean de Regreso al futuro consiguiendo las piezas durante 130 semanas...
Es obvio que muchos de estos proyectos sucumbirán ante el día a día, pero si te hace ilusión creo lo mejor es arrancar sin darle muchas vueltas. Al fin y al cabo, si empiezas algo por diversión y lo dejas cuando deje de ser divertido habrá cumplido su función, así que ¿Por qué no?
Si lo que sientes es que es un buen momento para aprovechar toda la energía y potencial que ahora mismo tienes para acercarte a un sueño y no estás dispuesto a dejarlo a medias, antes de buscar ayuda pregúntate qué quieres exactamente y por qué quieres conseguirlo, y si te da miedo pregúntate también por qué. Quizá ves inviable invertir más dinero del que puedes gastar o tiempo del que puedes disponer ¿Por qué? Sabes que es lo que deseas pero nunca lo empiezas ¿Por qué?
Puede parecer un poco estresante porque nadie excepto tú sabe la respuesta, pero si respondes con honestidad lo primero que se te pase por la cabeza y organizas esas ideas lo resolverás en cinco minutos y te será más fácil saber cuál es el primer paso que hay que dar. De momento solo necesitas lápiz y papel...