Ya es tradición que los creativos publicitarios sean los reyes en esta época del año y rescaten con su arte la parte
lucrativa de esta fiesta emocional que es la navidad. Seguro que ya conoces el anuncio de la lotería de navidad 2014 y ya has registrado el mensaje que te querían dar.
Tú y yo tenemos un montón de marcas de distintos productos que han desfilado por nuestras cabezas con sus metáforas y eslóganes a lo largo de los años para acabar metiéndose en nuestras casas cuando llega diciembre y, aunque la empresa Ikea ya vive con nosotros todo el año, ayer se lanzó a la piscina de bolas con el vídeo-experimento "La otra carta":
Tú y yo tenemos un montón de marcas de distintos productos que han desfilado por nuestras cabezas con sus metáforas y eslóganes a lo largo de los años para acabar metiéndose en nuestras casas cuando llega diciembre y, aunque la empresa Ikea ya vive con nosotros todo el año, ayer se lanzó a la piscina de bolas con el vídeo-experimento "La otra carta":
¿Cómo te quedas? Si tienes hijos te picará todavía la colleja por no ser un buen padre/madre o no dar todo lo que podrías dar. Lo has vuelto a hacer mal, pero no te preocupes que en ellos saben qué es lo mejor para ti y para los tuyos, y además abren todos los días del año.
Sarcasmo aparte, los anuncios de la lotería de navidad y de Ikea de este año me resultan controvetidos, pues se meten en tu corazón recordándote que las personas somos más importantes que las cosas, pero lo irónico es que en realidad buscan ganarse tu corazón primero para que después acabes comprando sus cosas.
Son tan positivos, sencillos y claros, tan bien hilvanados y rodados, se han realizado con tanto mimo y talento que me pregunto si los medios justifican el fin... Pero bueno, la creatividad molaba un huevo ¿no? En este interesante artículo del blog Verne puedes ver el gran trabajo de investigación que requirió este anuncio, y a mí me ha hecho reflexionar sobre qué podríamos conseguir si todo ese esfuerzo se realizase de forma desinteresada.Sarcasmo aparte, los anuncios de la lotería de navidad y de Ikea de este año me resultan controvetidos, pues se meten en tu corazón recordándote que las personas somos más importantes que las cosas, pero lo irónico es que en realidad buscan ganarse tu corazón primero para que después acabes comprando sus cosas.