Arrancan con fuerza unas guitarras que rápidamente pararán en seco dejando que, como si de un golpe en la mesa se tratase, Manolo Escobar pueda espetar a gusto eso de "No me gusta que a los toros te pongas la minifalda". Comienza la música y él lo repite como queriendo que el incrédulo oyente vea que la cosa va en serio.
Hay canciones que empiezan con huevos, y ésta la recordé leyendo este entretenido y documentado artículo sobre letras de canciones con errores gramaticales escrito por Míriam Vázquez Fraga y en el que se puede ver como a veces la letra, efectivamente con sangre entra.
Parece que los aburridos e involuntarios errores de la segunda persona del plural nos pueden pasar inadvertidos, pero la hostia gramatical aporta fuerza al mensaje y resulta ser un parásito listillo que se queda en la memoria sin que nos percatemos del error, además de dejarnos con la duda de si se equivocaron al escribirlo o le echaron bastante morro.
En el caso de "La minifalda", al repetir la frase, se corrige con un explicativo y más correcto "No me gusta que a los toros vayas con minifalda". ¿Quizá se forzó premeditadamente el error de la primera advertencia para mostrar un Manolo menos impulsivo en la segunda?